La aversión a los medios de los populistas de banda ancha
Si hay algo que une a populistas de izquierda y de derecha, aparte de su simplismo argumental, es su aversión a los medios de comunicación.
Si hay algo que une a populistas de izquierda y de derecha, aparte de su simplismo argumental, es su aversión a los medios de comunicación.
Los directores de periódicos asumen que las presiones van en el cargo, pero es difícil soportarlas cuando tu modelo de negocio y editorial se hunde.
No podemos quedarnos quietos mientras nos inundan de noticias falsas. Se puede combatirlas.
El lenguaje determina la realidad. Si defendemos un discurso público sano y honesto, mejoraremos nuestra democracia
Los periodistas son los primeros interesados en combatir las fake news, ‘fábricas’ de desconfianza.
El periodismo necesita el compromiso de sus lectores para su supervivencia.
No queremos pagar por los medios y luego nos rasgamos las vestiduras porque éstos venden hasta sus portadas para subsistir.
La comunicación corporativa es esencial, pero no está para sustituir al periodismo.
Recibimos una oferta infinita de noticias, pero, sorprendentemente, nos falta información
¿Por qué pese a tener la mayor oferta informativa de la historia sólo leemos aquéllo con lo que estamos de acuerdo? Porque preferimos seguir instalados en nuestras burbujas endogámicas
Los medios están obsesionados con crear comunidades en torno a sus marcas, pero los ciudadanos son cada día más errantes digitales poco dispuestos a vincularse a marca alguna
El ambiente crispado de las redes sociales aumenta la sensación aumenta hasta niveles asfixiantes.
Es legítimo añorar otros tiempos, pero el periodismo no está en extinción, sino en transformación
Las leyes pueden hacer poco o nada para luchar contra la lacra de las fake news, pero hay herramientas para arrinconarlas.
Que haya medios fuertes es tarea de todos, no sólo de los periodistas.
Los bulos sobre Doñana son delirantes, pero han sido capaces de sortear todos los cortafuegos.
El periodismo deportivo siempre ha apelado a las emociones, pero nunca como ahora se ha practicado tanto forofismo fanático.
A ningún medio se le obliga por decreto a practicar el sensacionalismo, pero a veces lo parece.
Los medios tenemos que aprovecharnos de Google y de Facebook, pero cuidado con depender completamente de ellos.
¿Que hacen realmente los ciudadanos para defender la libertad de prensa más allá de alguna declaración pomposa en las redes sociales?