Los treintañeros también ‘huyen’ de las noticias
Hoy, ver un telediario o leer un medio no es apto para cardiacos. A la sucesión de sucesos abracadabrantes se suman los restos del naufragio de la pandemia, los horrores de la guerra y un ambiente político viciado en el que los políticos no se tratan como adversarios sino como enemigos en un proceso en el que empezamos a confundir los parlamentos con los platós de El Hormiguero o de El Chiringuito.