Periodismo para feligreses
El periodista Ander Izaguirre ha publicado en un diario vasco del grupo Vocento un artículo…
El periodista Ander Izaguirre ha publicado en un diario vasco del grupo Vocento un artículo…
No voy a perder la oportunidad de recomendaros un extenso artículo en el País firmado…
En esto de hablar de los medios, casi nadie se ahorra las sentencias y los…
Los periodistas viven hoy en día sorteando las minas que les ponen sus adversarios y enemigos, sus lectores y sus suscriptores y también esa nueva estirpe lectora que se agrupa en el epígrafe de comentaristas perpetuos de todo lo que escriban a través de una red social, analistas de sofá que entregan su vida a descubrir las contradicciones de todo aquel periodista que se asome por sus predios.
Es de una ignorancia supina pensar que se puede estar más o menos informado (y formado) sólo viendo memes y vídeos hasta que se nos acaba la batería del móvil.
En el futuro, habrá que picar más piedra informativa y luchar lector a lector y habrá que desechar tanto ‘SEO mortadela’ como el que ahora estamos viendo. A cambio, también la mayoría de ellos podrá volver a hacer un periodismo…por el que alguien esté dispuesto a pagar por él.
De un tiempo a esta parte, las empresas han hecho F-5 en sus esquemas de…
Se necesitan presidentes, consejeros delegados y directores generales que sean capaces de ejercer de CEO activistas y que asuman también en primera persona la defensa de su compromiso en los medios de comunicación y en las nuevas plazas públicas de la conversación global, las redes sociales.
Somos lo que tuiteamos. Y a algunos habría que ponerles en sus perfiles una advertencia para que no se les olvide ni una sola vez: tuitear puede ser peligroso para la salud.
La desinformación es un nicho de negocio. Y muy lucrativo. Si tu nivel ético está en el subsuelo, es una excelente oportunidad de ganar dinero trabajando a sueldo como creador y distribuidor de bulos.
En el caso de las grandes empresas, quizás algunas no se estén dando cuenta de que, en esta situación tan excepcional que estamos viviendo, los ciudadanos no sólo les exigen que mantengan sus cuentas de resultados a toda costa, que es su deber, sino también que muestren empatía y un compromiso con la comunidad que vaya más allá del mero cumplimiento de las directrices que les ordenen las Administraciones.
Los directores de periódicos asumen que las presiones van en el cargo, pero es difícil soportarlas cuando tu modelo de negocio y editorial se hunde.
El lenguaje determina la realidad. Si defendemos un discurso público sano y honesto, mejoraremos nuestra democracia
Los periodistas son los primeros interesados en combatir las fake news, ‘fábricas’ de desconfianza.
El poder de las plataformas sociales ya es mayor que el de muchos países. ¿Quién y cómo se controlarán?
La transparencia vale para todos. Cuantas más puertas abiertas, mejor.
Sólo un periodismo que vuelva a ser útil podrá sobrevivir en el nuevo entorno digital
Recibimos una oferta infinita de noticias, pero, sorprendentemente, nos falta información
¿Por qué pese a tener la mayor oferta informativa de la historia sólo leemos aquéllo con lo que estamos de acuerdo? Porque preferimos seguir instalados en nuestras burbujas endogámicas
Los medios están obsesionados con crear comunidades en torno a sus marcas, pero los ciudadanos son cada día más errantes digitales poco dispuestos a vincularse a marca alguna
Facebook abandona los medios después de haberlos usado para alimentar de contenidos la plataforma. Un golpe que tal vez sea una oportunidad para esos mismos medios
La credibilidad y la confianza de las marcas periodísticas aumenta conforme crece también el volumen del tráfico de las mentiras
La industria de los anuncios de contactos también se ha ‘mudado’ a internet´, quitando otra fuente de ingresos a los periódicos.
El maestro de periodistas Juan Cruz disecciona los males del periodismo y las dificultades inmensas que afronta uno de los oficios más apasionantes que podamos conocer.
El periodismo deportivo siempre ha apelado a las emociones, pero nunca como ahora se ha practicado tanto forofismo fanático.
Los medios son como los clubes o las cofradías: tienen que reforzar sus señas de identidad para crear una comunidad en torno a ellos.
A ningún medio se le obliga por decreto a practicar el sensacionalismo, pero a veces lo parece.
Los medios tenemos que aprovecharnos de Google y de Facebook, pero cuidado con depender completamente de ellos.
¿Que hacen realmente los ciudadanos para defender la libertad de prensa más allá de alguna declaración pomposa en las redes sociales?
Internet nos prometió la pluralidad, pero preferimos ‘refugiarnos’ en nuestras burbujas mediáticas: sólo leemos a quien opina como nosotros.