¿Somos conscientes de los efectos de nuestra adicción al móvil y a las redes?
Nuestra necesidad de emociones y experiencias instantáneas se ha adaptado a los estímulos exprés que nacen y mueren entre notificación y notificación. Y nos aburrimos casi tanto como cuando sólo había una cadena de televisión y unos cuantos libros de bolsillo. La sociedad de la banda ancha tiene de todo, pero puede aburrirse más que la analógica.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo